Delfina y Catalina son dos mujeres de clase alta que se dedican a diseñar ropa y la confeccionan en un taller clandestino. Una mañana llegan al lugar a retirar las prendas, encuentran el taller clausurado y las prendas sin coser. Después de un breve momento de desesperación deciden que ella mismas coserán las prendas que necesitan.
En ese momento se enfrentan a los problemas de los materiales, las máquinas y sus propias limitaciones. A medida que avanzan en la costura de las prendas y se repiten las tareas una tras otra el tiempo pierde sentido y las mujeres se transforman.La tarea se hace insoportable y ya no saben hace cuanto están ahí y cuanto falta para terminar, la identificación con las trabajadores del taller clandestino es entonces evidente y testimonial.
Se suman a la narrativa textos sobre los incendios en los talleres de costura de la Triangle Company en 1911 en Nueva York y en un taller clandestino en la calle Luis Viale el 2006 en el Bajo Flores.